
La traqueobronquitis infecciosa canina, “tos de las perreras” o “tos canina”.
Es una afección respiratoria,o más concretamente,un síndrome respiratorio de vías respiratorias altas.
Afecta a perros de todas las edades,especialmente donde hay grandes poblaciones como en los criaderos,guarderías, peluquerías,hospitales veterinarios,tiendas de animales y perros callejeros.
Es una enfermedad altamente contagiosa que se extiende rápidamente y afecta a una gran proporción de animales.Se diseminada a través de la tos,estornudo (por aerosol) y por contacto indirecto (utensilios, ropa o personal).
Los perros más expuestos a la enfermedad son:
Razas braquicéfalas (bóxer, bulldog, carlino, shi tzu…) tienen mayor riesgo si se contagian por su especial anatomía del árbol respiratorio superior.
Perros que ya padezcan patologías respiratorias o cardiacas, agravarán su proceso o tendrán más posibilidades de complicarse si se contagian con esta enfermedad.
Perros mayores o cachorros,por tener un sistema inmune más débil.
En este complejo pueden intervenir más de un agente infeccioso que pueden combinarse o aparecer secuencialmente.
Los principales virus son los adenovirus caninos, (el virus de la parainfluenza,menos frecuente el reovirus canino,el herpesvirus canino y,el coronavirus respiratorio canino).Las principales bacterias implicada es Bordetella bronchiseptica y el Mycoplasma spp.

Cuando los perros se infectan hay liberación de exotoxinas y endotoxinas por parte del virus o bacterias que dañan e irritan el epitelio de las vías respiratorias (tráquea, bronquios y/o bronquiolos), incrementando las secreciones de mucosa y favoreciendo otras infecciones de bacterias oportunistas que complican el cuadro.
El cuadro clínico se caracteriza por un inicio repentino y agudo a los 3-5 días post-infección,siendo su principal síntoma una tos característica de intensidad y duración variables,dependiendo del individuo y del agente o agentes infecciosos implicados.
La tos es profunda y seca,puede provocar arcadas (como si tuvieran un cuerpo extraño en garganta),estornudos,resoplidos,náuseas o vómitos.
Es frecuente que la tos aparezca después de un momento de excitación,ejercicio o cuando se presiona el cuello con la correa.


Los cachorros muy pequeños,animales inmunodeprimidos o perros con alteraciones pulmonares previas pueden llegar a tener una neumonía bacteriana secundaria.En estos casos pueden tener letargia,fiebre, inapetencia,disnea e intolerancia al ejercicio
Hay una inmunidad local y aparece a los 20 días post-infección (inmunoglobulina A).
Diagnóstico de la Tos de las perreras:
En primer lugar es por los síntomas que presenta el perro.
Cuando hay signos de enfermedad más grave o cuando no remite y el perro esta febril,letárgico,tiene mucosidad por nariz,sonidos anormales de pulmón u otros síntomas hay que realizar:
Analíticas Sanguíneas,RX torácica,cultivos de las secreciones nasales para ver el tipo de microorganismos que tiene y poder dar un tratamiento específico para ese caso; estas pruebas ayudan a determinar si el perro ha desarrollado una Neumonía u otra enfermedad infecciosa como el Moquillo, etc..
Tratamiento:
Evitar situaciones estresantes,limitar el ejercicio todo lo más que se pueda al menos durante 7-10 días, para minimizar los episodios de tos excesiva.
Antibióticos orales o inyectables.
Antitusígenos no se darán en aquellos casos en que la tos sea con mucosidad,flemas o sospecha de líquido en los pulmones.
Para aquellos perros que presentan además otros síntomas asociados como pueden ser vómitos,diarrea,falta de apetito… se administrarán medicamentos para el control de los mismos.
La Prevención es muy importante para evitar contagios si tomamos ciertas medidas como pueden ser:
La época en que la tos de las perreras afecta más a los perros es en otoño e invierno en estos periodos hay que evitar situaciones de mucho frío dentro o fuera de casa para que no bajen sus defensas.
Evitar el contacto con perros enfermos.
Evitar estrés o el ejercicio excesivo,porque sino respirará peor.
En los casos en los que el perro ya esté enfermo es muy importante:
No pasear al perro durante mucho tiempo (sólo para que haga sus necesidades).De esta manera se evitará:
Prolongar su enfermedad,así como el riesgo de transmitir su propia enfermedad a otros.
El esfuerzo (especialmente al respirar aire frío) que probablemente irritará más las vías respiratorias y empeorará la tos.
Pasearlo con arnés en lugar de collar,para evitar tirones en la zona de la tráquea y no hacer demasiado ejercicio para que no se inicie un ciclo de tos.
Si es un perro con muy poco pelo o muy corto es mejor cuando salga a la calle ponerle un abrigo.
Se debe controlar la humedad y el frío del ambiente donde habita el enfermo (ni muy seco,ni excesivamente húmedo).Manteniendo una correcta ventilación.
Aumentar las medidas higiénicas lavando más frecuentemente los juguetes,camas y los platos de comida y bebida.
Si se aprecia dificultad a la hora de tragar la comida, por la irritación de la faringe,es mejor darle comida blanda.
No darle para beber agua excesivamente fría.
Es mejor durante ese periodo evitar los baños y secarle bien si se moja con lluvia durante el paseo.
La profilaxis de la enfermedad es mediantes la Vacunación de cachorros porque su sistema inmunitario no está totalmente desarrollado y a los mayores de 8 años,en los que por su edad su sistema inmune está más debilitado.
Para ello existen dos tipos de vacunas: Una inyectable Subcutánea y otra Intra-nasal,que puede ser administrada a cachorros de tres, cuatro semanas.

Debido a su rápida actuación es importante para los perros vacunarlos en momentos puntuales de riesgo como pueden ser estancias en residencias caninas,presentación en Exposiciones,criaderos…
A cualquier perro se le deben de administrar al menos 2 vacunas iniciales.
La duración de la inmunidad es aproximadamente un año,por lo que es recomendable la vacunación anual.Aún así el perro vacunado puede contraer la enfermedad,pero de una manera menos severa.

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